6.24.2019

Efímero

Al despedirnos, con un abrazo cálido, y un beso en la mejilla, en un pequeño juego que me atrevo a llamar nervios, nuestras manos se encontraron.

Notando el contacto, ambos, o quizás solo fui yo, intenté prolongarlo lo más que pude. Un par de segundos. Incluso menos. 

Tu tacto con el mío. Asi como quien espera que le pase algo maravilloso un miércoles después de haber leído el horóscopo el domingo anterior, yo sentí maravillas cuando nuestros dedos se buscaron.

1 comentario:

  1. He estado leyendo los post más antiguos de mi blog y me he acordado mucho de ti, con todos los comentarios que nos dejabamos el uno al otro (¡Y lo que nos queríamos!). Bendita adolescencia... De todas formas, me he sorprendido al ver que sigues escribiendo en el blog, así que decidí pasar a saludarte.

    Me gusta eso de "después de haber leído el horóscopo el domingo anterior".

    ResponderEliminar